La mamoplastia, o cirugía de aumento de senos, ha evolucionado significativamente a lo largo de los años. Uno de los avances más emocionantes en este campo es la mamoplastia híbrida, una técnica que combina implantes y grasa del propio cuerpo para lograr un aspecto más natural y armonioso.
La mamoplastia híbrida es un procedimiento estético que combina dos técnicas: la colocación de implantes mamarios y la transferencia de grasa del propio cuerpo de la paciente. Este método busca aprovechar las ventajas de ambos procedimientos para crear un resultado final que es tanto voluminoso como natural al tacto y a la vista.
Todo comienza con una consulta de valoración. Durante esta sesión, discutimos tus objetivos, evaluamos tu anatomía y determinamos el tamaño y tipo de implante más adecuado, así como la cantidad de grasa necesaria para la transferencia.
La grasa se obtiene generalmente de áreas como el abdomen, los muslos o las caderas a través de liposucción. Esta grasa se procesa y se prepara para su inyección.
Los implantes mamarios se colocan mediante técnicas quirúrgicas establecidas, buscando el lugar y orientación óptimos para un aspecto natural y equilibrado.
Finalmente, la grasa procesada se inyecta alrededor de los implantes. Esto permite suavizar los contornos, llenar irregularidades y proporcionar una cobertura más natural del implante.
No todas las pacientes son candidatas ideales para la mamoplastia híbrida, por ende una evaluación detallada es esencial. La mamoplastia híbrida representa una excelente opción para aquellas mujeres que desean un aumento de senos con un aspecto más natural y suave. Al combinar implantes y grasa autóloga, este enfoque ofrece una mejora estética notable, manteniendo una sensación y apariencia naturales.
Si estás considerando la mamoplastia híbrida, te invito a agendar una consulta para discutir tus objetivos y opciones. Contamos con una tecnología 3D de simulación de resultados que nos permiten mostrarte cómo vas a quedar después de la cirugía.